
Nuestra Visión
“Convertir familias para Cristo, para salvar generaciones”
Cuando hablamos de convertir familias para Cristo estamos comprometidos con la estructura familiar, creemos en los valores y la importancia del matrimonio y la estructura familiar como base de la sociedad, esto basados en el establecimiento en el propósito inicial de Dios en la creación de hombre y mujer como fundamentos de la creación. En La Promesa estamos comprometidos con la niñez y la juventud, es tiempo de sembrar la palabra de Dios en edades tempranas para a futuro cosechar generaciones salvas por medio de Jesús.

¿Cómo Hacemos Nuestra Visión?

En La Promesa creemos que Dios siempre está dispuesto a perdonarnos, con esta base trabajamos con los nuevos miembros en todas las áreas de sus vidas como lo son: el área personal, familiar, sentimental, económica, en área de salud y especialmente la espiritual, realizando apoyo por consejeros, reuniones y servicios dominicales en los cuales se entrega una palabra de Dios con el objetivo que cada persona, matrimonio y familia alcancen una restauración espiritual y de vida.
Lo Que Es Importante Para Nuestra Visión
Entendemos que el mensaje de Dios está dispuesto para todos en las escrituras, el estudio Bíblico es el centro de la vida del cristiano, por tanto, damos la máxima importancia a restaurar la vida de los nuevos miembros con fundamento Bíblico. En segundo lugar, Jesús nos ha llamado al amor entre hermanos “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”. Jn 13:34 RVR1960, es por esto, que valoramos el respeto, el amor, el apoyo entre hermanos de la iglesia y valoramos el trabajo de nuestros pastores, líderes y hermanos en restaurar los valores de la sociedad en general.

Ministerios a Tu Servicio
Nuestros Ministerios están dados a abrir sus manos para apoyarte en las áreas específicas de tu vida, en nuestra familia La Promesa estamos listos para llevarte a un nivel más alto con el principio de Efesios 4:12-13 “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”